Como científicos racionales que somos, de los que toman las raciones en los bares (...), en el The Broccoli Conspiracy Grosseninstitutten von Bustenmessuren (Guttenvermut Divitzionnen) estuvimos investigando algunas de las reacciones químicas producidas en nuestro organismo, habría una serie de interacciones más que interesantes entres los sacáridos y los alcoholes diluidos. Hasta ahora ignorado por la ciencia cual alambre caído, hay un punto donde la raíz de la relación entre la glucemia y el nivel de alcohol llegan un estado armónico-contemplativo-canal-a tendiente a la raíz de dos, donde los sacáridos entrarían en resonancia con los globulitos, los midichlorians y las gluglutas en una frecuencia tal que, se escucha en AM y hace que se genere una temperatura media de entre 160ºC y 180ºC desde la bragueta al pantalón, en este punto solamente la calidad de los alcoholes diluidos marcaría la diferencia, es por lo que que se podrían desencadenar una de las siguientes reacciones:

  • una reacción inestable, donde las bebidas de mala calidad y dudosa reputación se combinan con las malas ideas y las altas temperaturas corporales para formar recuerdos olvidables, fotofobia y un montón de enanos hinchas de All Boys en bata de Sandro que golpean la cabeza desde el lado de adentro de tu propio cráneo. Sin mencionar el altísimo riesgo de un estornudo, acto seguido de tirase un pedo, reírse, llorar, tener los ojos cerrados y golpearse el dedo chuquito del pié con la mesita del living con frío y en la oscuridad todo al mismo tiempo que inevitablemente deriva en una segura combustión espontánea.


  • una reacción estable, dada por la ingesta de bebidas de probado pedigrí a intervalos regulares, combinadas a la frecuencia de resonancia de los sacáridos darían lugar a la formación de ciertas substancias estabilizantes, este estado de equilibrio homeoestático es llamado "punto caramelo".


  • [fruss]